Juan Cruz
Necesito hablar con vos papá. No importa que tan sordo sea mi monólogo, necesito hablarte. Necesito aferrarme a tu inexistente compañía, y a la idea de que estás acá conmigo. No sabés el frío que tengo.
No entiendo nada. Hay sangre por todos lados y creo que me estoy muriendo. ¡Me estoy muriendo, papá!. No sé cuanto más pueda aguantar, hace dos horas estoy acá tirado y ningún vecino me abre la puerta, estoy en el palier y me estoy desangrando. ¡Me estoy desangrando, viejo!. ¿Me moriré acá?
Quiero volver a la NASA, papá. Quiero ser ingeniero, me quedan sólo tres materias, quiero recibirme y que tenga sentido el dicho de que todo esfuerzo vale la pena. Quiero seguir investigando el sistema de geolocalización de los drones y seguir estudiando el léxico y los comandos de la programación. Quiero seguir yendo a concursos de tecnología internacionales y seguir ganando premios. Quiero seguir viajando y recorrer el mundo. Quiero conocer una mina que me vuele la cabeza, y en un futuro quizás tener hijos. No te conté pero el otro día conocí una chica que me encantó. Me la quiero coger, viejo. Quiero seguir cogiendo. Y seguir jugando al fútbol, y seguir sacando temas en la guitarra. Quiero seguir pasando tiempo con vos, con mamá y con los chicos, volver a Murphy y así poder abrazarte una vez más. Quiero hacer paracaidismo y conocer la nieve, agarrar el auto y manejar hacia la nada, y en el camino toparme con pueblitos con nombres inexplicables. Y tirarme al mar en pelotas. Quiero ir a Holanda y probar hongos alucinógenos, y estar lo suficientemente drogado como para que me parezcan graciosos los chistes de mierda que van a hacer mis amigos. Quiero seguir riendo hasta llorar, y que se me escape involuntariamente lo que estoy tomando por la nariz. Quiero parecer un estúpido. Quiero seguir poniéndome en pedo y teniendo resaca. Quiero llorar por alguna película cursi y tener sexo en la playa, en una plaza o en cualquier lugar donde me invada la adrenalina de poder ser descubierto por alguna vieja pudorosa. ¿Y sabés qué? Quiero que la vieja me agarre y me cague bien a pedos, y así tener una anécdota increíble. Quiero tener anécdotas increíbles, papá. Quiero conocer los pingüinos, y aprender a bailar salsa, y viajar en globo aerostático y hacerme el tatuaje que nunca me animé. Quiero ir a ver la NBA y conocer el Camp Nou. Quiero seguir deleitandome con Messi, gritar sus goles y algún día verlo retirarse. Y lo que más quiero, viejo, es retruiburte todo el esfuerzo que hiciste para que me venga a vivir y a estudiar a esta ambigua ciudad como es Rosario, que puede darte todo y llenarte de alegría, o puede dejarte morir en un palier desangrado, con treinta vecinos durmiendo a tres metros tuyo.
No sé cómo fue, no sé qué pasó. Estaba durmiendo en casa y empecé a sentir un profundo dolor en el estómago. ¡Me estaban apuñalando, viejo!. Creo que me dió 25 puñaladas, o algo así. No sabés la cara de odio que tenía ese pibe papá, en cada cuchillazo se desprendía de un poco de rencor, se estaba desquitando conmigo por el capricho de la vida de habernos puesto en situaciones tan disímiles. Yo tengo la culpa, yo vivo solo en un departamento de una linda zona de la ciudad mientras él tiene que vender pañuelitos en los bares para ver si puede rescatar tres o cuatro panes, que después los reparte, lo más equitativamente posible, con sus cinco hermanos. ¿Yo tengo la culpa?. Después de apuñalarme se fue a bañar. ¡Se pegó una ducha papá, acá en casa!. Me robó la tablet, dos camisas, y se fué. Se puso mi ropa. Me dejó acá, viejo, muriendome... Reptando me acerqué hasta el palier y empecé a gritar. Grité con contundencia hasta que mis gritos se quedaron afónicos y sordos, hasta ahora, que sólo vos, papá, podés escucharme.
No se que hicimos mal como sociedad, viejo. No sé por qué tanto odio y tanta injusticia. Pero aunque no lo creas papá, yo sigo pensando lo mismo que postee en facebook hace unos años, sigo pensando que esta violencia la frenamos con amor, compasión, amistad y familia. Si, viejo, sigo pensando que esta sociedad se cura con amor.
Ya pasaron tres horas pa, y ahora sí que tengo mucho frío. Creo que no voy a poder volver a la NASA.
No entiendo nada. Hay sangre por todos lados y creo que me estoy muriendo. ¡Me estoy muriendo, papá!. No sé cuanto más pueda aguantar, hace dos horas estoy acá tirado y ningún vecino me abre la puerta, estoy en el palier y me estoy desangrando. ¡Me estoy desangrando, viejo!. ¿Me moriré acá?
Quiero volver a la NASA, papá. Quiero ser ingeniero, me quedan sólo tres materias, quiero recibirme y que tenga sentido el dicho de que todo esfuerzo vale la pena. Quiero seguir investigando el sistema de geolocalización de los drones y seguir estudiando el léxico y los comandos de la programación. Quiero seguir yendo a concursos de tecnología internacionales y seguir ganando premios. Quiero seguir viajando y recorrer el mundo. Quiero conocer una mina que me vuele la cabeza, y en un futuro quizás tener hijos. No te conté pero el otro día conocí una chica que me encantó. Me la quiero coger, viejo. Quiero seguir cogiendo. Y seguir jugando al fútbol, y seguir sacando temas en la guitarra. Quiero seguir pasando tiempo con vos, con mamá y con los chicos, volver a Murphy y así poder abrazarte una vez más. Quiero hacer paracaidismo y conocer la nieve, agarrar el auto y manejar hacia la nada, y en el camino toparme con pueblitos con nombres inexplicables. Y tirarme al mar en pelotas. Quiero ir a Holanda y probar hongos alucinógenos, y estar lo suficientemente drogado como para que me parezcan graciosos los chistes de mierda que van a hacer mis amigos. Quiero seguir riendo hasta llorar, y que se me escape involuntariamente lo que estoy tomando por la nariz. Quiero parecer un estúpido. Quiero seguir poniéndome en pedo y teniendo resaca. Quiero llorar por alguna película cursi y tener sexo en la playa, en una plaza o en cualquier lugar donde me invada la adrenalina de poder ser descubierto por alguna vieja pudorosa. ¿Y sabés qué? Quiero que la vieja me agarre y me cague bien a pedos, y así tener una anécdota increíble. Quiero tener anécdotas increíbles, papá. Quiero conocer los pingüinos, y aprender a bailar salsa, y viajar en globo aerostático y hacerme el tatuaje que nunca me animé. Quiero ir a ver la NBA y conocer el Camp Nou. Quiero seguir deleitandome con Messi, gritar sus goles y algún día verlo retirarse. Y lo que más quiero, viejo, es retruiburte todo el esfuerzo que hiciste para que me venga a vivir y a estudiar a esta ambigua ciudad como es Rosario, que puede darte todo y llenarte de alegría, o puede dejarte morir en un palier desangrado, con treinta vecinos durmiendo a tres metros tuyo.
No sé cómo fue, no sé qué pasó. Estaba durmiendo en casa y empecé a sentir un profundo dolor en el estómago. ¡Me estaban apuñalando, viejo!. Creo que me dió 25 puñaladas, o algo así. No sabés la cara de odio que tenía ese pibe papá, en cada cuchillazo se desprendía de un poco de rencor, se estaba desquitando conmigo por el capricho de la vida de habernos puesto en situaciones tan disímiles. Yo tengo la culpa, yo vivo solo en un departamento de una linda zona de la ciudad mientras él tiene que vender pañuelitos en los bares para ver si puede rescatar tres o cuatro panes, que después los reparte, lo más equitativamente posible, con sus cinco hermanos. ¿Yo tengo la culpa?. Después de apuñalarme se fue a bañar. ¡Se pegó una ducha papá, acá en casa!. Me robó la tablet, dos camisas, y se fué. Se puso mi ropa. Me dejó acá, viejo, muriendome... Reptando me acerqué hasta el palier y empecé a gritar. Grité con contundencia hasta que mis gritos se quedaron afónicos y sordos, hasta ahora, que sólo vos, papá, podés escucharme.
No se que hicimos mal como sociedad, viejo. No sé por qué tanto odio y tanta injusticia. Pero aunque no lo creas papá, yo sigo pensando lo mismo que postee en facebook hace unos años, sigo pensando que esta violencia la frenamos con amor, compasión, amistad y familia. Si, viejo, sigo pensando que esta sociedad se cura con amor.
Ya pasaron tres horas pa, y ahora sí que tengo mucho frío. Creo que no voy a poder volver a la NASA.
Comentarios
Publicar un comentario